La
Disfunción Témporo-Mandibular
(D.T.M.) también conocida
como Dis-función
Dolorosa Mio-Fascial Témporo-Mandibular se
caracteriza por: dolor; contractura-acortamiento
de los músculos masticatorios; y ruidos en la
Articula-ción Témporo-Mandibular (A.T.M.).
La
contractura crónica de los músculos masticatorios
producen una limitación (bloqueo) del movimiento
mandibular. Más raramente perturbaciones de la
visión y del equilibrio.
El dolor
en los músculos cráneo-mandibulares empeora
los trastornos masti-catorios y el funcionamiento anormal
de la A.T.M. El dolor puede extenderse en forma secundaria
a los músculos de los hombros y del cuello.
Los ruidos, de tipo:
cliqueo, crujido, chirrido,
o “estallido”, son producidos por
un desplazamiento anormal del menisco interarticular
durante la masticación; aparecen cuando la A.T.M.
se traba (bloqueo parcial)
Los ruidos también
pueden existir en forma aislada, sin dolor.
Estos
síntomas son habitualmente originados por la
anormal posición de los huesos del cráneo.
Efectivamente, cuando ambos huesos temporales no están
si-métricamente posicionados, el movimiento de
la articulación entre la mandíbula y el
cráneo se torna dificultoso. Se instala estrés
mecánico y la disfunción de una o de ambas
A.T.M; la oclusión dentaria y la masticación
se alteran, y el funciona- miento de la A.T.M empeora.
La inestabilidad
unilateral de un hueso temporal provoca secundariamente
alte-raciones posturales de las vértebras y de
los músculos del cuello, que a su vez au-mentan
el dolor de cabeza, de hombros, y de mandíbula.
Resolver
las dificultades de la D.C.M. requiere solucionar previamente
los pro-blemas estructurales del cráneo en forma global:
interrelación médico + odontólogo.
Masticar continuamente con una mala mordida intensifica
los microtraumatismos sobre el cráneo y desestabiliza
la postura corporal.
El trabajo odontológico
(puentes, coronas, relleno de cavidades dentarias, o
corrección de las superficies de contacto oclusivo
de los dientes) en un cráneo y A.T.M
inestables, es decir con sus ejes desviados, puede cronificar
o empe- orar la D.C.M.
De modo que priorizamos
el comienzo del tratamiento por R.N.C para alinear
y estabilizar los
ejes craneanos y corporales.
Una vez corregida
la inestabilidad del cráneo (esfenoides), la
intervención del odontólogo es fundamental
para corregir las superficies de contacto oclusivo de
los dientes.
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