Durante
aproximadamente 20 años, como Neurocirujano y
Neurólogo resolví numerosos problemas,
algunos totalmente, otros parcialmente, y algunos otros
no pude resolverlos o no tenían solución.
En 1982 entré
en una “crisis” de crecimiento profesional:
la Neurocirugía me había dejado de producir
alegría, y me estaba produciendo dolores y contracturas
en mi cuello y cintura. Mi inclinación natural
a la Neurocirugía se había agotado!
Poco
a poco me fui dando cuenta que mi nuevo foco de atención,
en cierta manera relacionado con la Neurología,
pasaba por el tratamiento del dolor crónico,
especialmente los dolores y contracturas ósteo-musculares
así como de las alteraciones de la postura corporal.
Aprendí diversas
Técnicas Manuales para el alivio del dolor, así
como otros recursos más “fuertes”,
por ejemplo: infiltraciones anestésicas y tracciones
vertebrales controladas.
En
este estado de conmoción interior, trabajando
sobre mí mismo pude reconectarme con emociones
y sentimientos que tenía “bloqueados”
y expresarlos, así como también descubrí
la ternura.
Aprendí
a escuchar las motivaciones y sinsabores de cada persona
en su vínculo con el origen de su dolor.
Ahora permito que
expresen sus sentimientos, les enseño a reconocer
cuando su dolor es sólo físico, emocional,
o cuando se relaciona con un modelo de pensamiento
inadecuado.
No
sólo soluciono sus dolores y contracturas, sino que
les enseño a prevenir nuevos espisodios de dolor
mediante posturas más cómodas y ejercicios.
Dr. RODOLFO LEISERSON |